El Indec difundió que el 32,2% de las personas no llega a cubrir sus necesidades básicas. De este porcentaje, un 6,3% es indigente.
El dato es que al segundo trimestre de este año un 32,2% no llega a recibir los suficientes ingresos como para cubrir sus necesidades básicas y, por lo tanto, cae por debajo de la línea de pobreza.
Se tratan de 8,7 millones de personas de las 27,2 millones en los 31 aglomerados que el Indec releva. Si este número se extrapola al total de la población, se puede concluir que son alrededor de 13 millones los argentinos que son pobres.
Dentro del 32,2% que no llegan a cubrir la canasta básica total (y por ende caen debajo de la línea de pobreza), un 6,3% son indigentes, es decir, no alcanzan a recibir ingresos suficientes para acceder a la canasta alimentaria. Del relevamiento que hace el organismo de estadísticas, este 6,3% equivale a 1,7 millones de personas.
En tanto, en la medición por hogares, el 23,1% es pobre y el 4,8% indigente, porcentajes que implican 2 millones de hogares que no cubren la canasta básica total y 425.000, que no cubren la total.
En el primer semestre de 2006, el porcentaje de personas que estaban bajo la línea de pobreza era de 31,4%, casi 2 puntos porcentuales por debajo del dato difundido ayer. Por lo tanto, en 10 años la incidencia de la pobreza casi no varió. En 2006, sí era mayor la cantidad de personas que no llegaban a la canasta básica alimentaria y, por lo tanto, eran considerados indigentes, cuando llegaba al 11,2%. La elección de esta fecha no es arbitraria: a principios de 2007 comenzaron a tergiversarse los datos del Indice de Precios al Consumidor, modificación que empezó a afectar a otros indicadores estadísticos sensibles, como la pobreza.
Todesca estuvo acompañado ayer en la conferencia de prensa por el director técnico del Indec, Fernando Cerro, y la directora de la Encuesta de Hogares, Cynthia Pok. «Casi la mitad de los chicos viven en hogares pobres», puntualizó Pok. Si bien el dato no estaba explícito en el informe que difundió el organismo de estadísticas, detalló que el 47,4% de los niños de hasta 14 años relevados vive en hogares pobres, informó ayer el Indec.
De hecho identificó que este grupo son más «vulnerables a caer en la pobreza». En ese sentido, pidió que no se debe relativizar a este grupo como los que no trabajan ni estudian, ya que «están afectados por la tasa más elevada de desocupación abierta», recordó. De hecho, la tasa de desocupación de los jóvenes de hasta 29 años alcanza el 18,9%, casi 10 puntos por encima del promedio para el país, de 9,3% al segundo trimestre del año.
Así, el 47,4% de los niños entre 0 y 14 años vive en un hogar pobre en la Argentina; en la franja de población entre 15 y 29 años el 38,6% es pobre; en la que va de 30 y 64, el 27,5% y entre mayores de 65 el 8,1%.
Cuando se evalúa por regiones, la más afectada por la pobreza es la del Noroeste, con un 40,1% de personas que no llegan a cubrir las necesidades básicas, seguida por el Noroeste, con 35,8%; Cuyo, 35,6%; Pampeana, con 32,6%; el Gran Buenos Aires, con 30,9%; y la Patagónica, con 24,7%.
Todesca explicó que los datos difundidos ayer surgen, al igual de como se venía haciendo hasta que se discontinuó con la publicación de este indicador en 2013, de la línea de pobreza: esto es, de cruzar los datos de las canastas con los de los ingresos de los hogares. De todas maneras, adelantó que el Indec está avanzando en el camino de volverlo más multidimensional.
De los datos difundidos ayer surge que la canasta básica total promedio de una familia pobre es de $ 12.851 mensuales que, con un ingreso total familiar de $ 8051, necesita $ 4800 para cerrar la brecha entre recursos y gasto, es decir, para salir de la pobreza. «Este valor se ha reducido en este trimestre con los que se venían difundiendo antes», detalló Cerro.
Fuente: El Cronista.
