Mucha gente insistió en que «hay que pagar para ver el fútbol», pero los más, sólo tuvieron insultos para la actual gestión nacional. Es que se pudo ver a muchos concordienses en las vidrieras de bares, pubs y hasta casas de electrodomésticos, tratando de ver el superclásico de este domingo, de alguna manera.
La vuelta del fútbol codificado generó bronca en los simpatizantes de ambos clubes que querían ver el partido. Muchas de las postales registradas en la tarde de este domingo en Concordia se asemejaron a la década del 90, con calles y vidrieras llenas de gente parada, tratando de ver las secuencias, sabiendo que la señal de sus televisores sólo les mostraba las tribunas o plateas del «Monumental».
Se sabe que ahora, por disposición del gobierno nacional, para ver las alternativas de la Superliga se debe abonar un mínimo de 300 pesos, sumando esa cifra a lo que cobra cada operador privado: algo que la enorme mayoría no puede costear.
La televisación del fútbol volvió a ser privilegio para pocos, y negocio para aún menos. Las imágenes registradas por este medio, durante la tarde de este domingo en Concordia, así lo prueban.