21 diciembre, 2017 19:57
La medida de fuerza del sector, sumado a la altura del año, más los rumores que cada vez más circulas en la plaza cambiaria hicieron que la gente colapse los cajeros electrónicos, formando colas interminables.
Desde el comienzo de diciembre – fundamentalmente – la atención en cada una de las sucursales fue paupérrima, generando que los clientes se amontonen y se vivan situaciones de tensión, con los empleados. Incluso, el Banco de Entre Ríos – el agente financiero de la Provincia – debió reforzar la seguridad por temores a que la cólera de la gente provoque desmanes mayores.
A eso hay que sumarle la caída periódica del sistema en las consultas, por lo que la sucursal de Buenos Aires y Urquiza fue durante muchos días de esta semana un polvorín.
Durante este jueves, la medida de fuerza anunciada desde la Bancaria no hizo otra cosa que agravar el panorama, y la gente – otra vez – pagó las consecuencias, formándose innumerables colas en los cajeros automáticos.