29 agosto, 2014 9:13


La fiscalia pidió cinco años de prisión para el conductor que mató a Iara

La fiscal Julia Ravoira pidió cinco años de prisión efectiva e inhabilitación para conducir por 10 años para Juan José Aguirre, quien el 1º de octubre de 2012 atropelló y mató a la jovencita Iara Ragone, de 14 años, cuando circulaba por la avenida Monseñor Rösch, a la altura del Valle del Ayuí. La funcionaria judicial dijo que no hallaba "elementos objetivos o subjetivos para evaluar un atenuante para el imputado", al realizar su alegato ante la jueza Carolina López Bernis. Tras la audiencia del lunes, ayer la fiscal insistió en que Aguirre- trabajador de la Aduana en el centro de fronteras de Salto Grande- conducía borracho el día del accidente, con un alto grado de alcohol en la sangre, sin tomar ninguna medida de seguridad, lo que consideró que quedó demostrado en el transcurso del juicio.  Al respecto, dijo que la autopsia de la jovencita y los informes periciales confirmaron que Aguirre conducía su Chevrolet Meriva "a una velocidad mínima de 113 km/h". Por este motivo, el cuerpo de Iara "fue llevado en el auto (sobre el capó y parabrisas) por unos 80 metros", para luego ser despedido por la zona del techo "y por la inercia siguió otros 28 metros".

En este sentido, refutó al ingeniero Alberto Pérez, perito presentado por de la Defensa Técnica, que había dicho que la velocidad de la camioneta no superaba los 60 Km/H. Por este motivo, Pérez podría ser procesado por falso testimonio, según señaló el abogado querellante Guillermo Peñalver. "Teniendo en cuenta los daños en el auto, a esa velocidad (60 km/h) tendría que haber chocado contra una pared", dijo la fiscal y citó una comparación realizada por integrante de la policía de Entre Ríos, el entonces jefe de Criminalística de la Jefatura Departamental de Policía, Ricardo Galliusi. La fiscal dijo que el informe del médico forense señala que la muerte de Iara se debió a un traumatismo de cráneo con lesiones cerebrales. "El cuerpo presentaba lesiones externas y también internas", indicó. Las externas eran 13: cortantes, contuso-cortantes, de arrastre, varias fracturas en el brazo izquierdo y en la pierna derecha. Internas, tenía múltiples fracturas en la base del cráneo y un extenso hematoma en el tronco del cerebro.

Rivoira dejó en claro que estas lesiones se condicen con las apreciaciones de Galliusi, quien dijo que el automóvil la embiste de frente, a la altura del paragolpes derecho y el capó, a una velocidad mínima de 113 km/h. Luego es arrastrada sobre el capó por unos 80 metros y cae en el pavimento rodando por el asfalto. Luego, indicó que las pericias policiales determinaron que los daños al automóvil en la chapa, en la parte mecánica y la rotura del parabrisas se debieron a la velocidad con que se produjo el impacto con el cuerpo de la víctima. Por otra parte, la fiscal remarcó los testimonios que daban cuenta de la velocidad a la que viajaba Aguirre y los dichos de los amigos de Iara, que la esperaban en la acera opuesta de la avenida cuando ocurrió la tragedia, quienes señalaron que la jovencita "desapareció" de la vista ante el pasaje a alta velocidad de la Meriva.También, destacó el testimonio de un chofer del colectivo que presta servicio para la Delegación Argentina de la CTM de Salto Grande, que circulaba en dirección contraria a Aguirre y que vio a Iara cuando intentaba cruzar la avenida, llamándole la atención la velocidad a la que éste circulaba.

Más adelante, tras detallar el grado de alcohol en sangre que tenía Aguirre tras el accidente, Rivoira reprochó su "comportamiento posterior", evidente desde su primera reacción, cuando -según al menos tres testigos- hizo un llamado telefónico para decir "maté una pendeja", pero no para pedir una ambulancia o dar socorro a la adolescente. También, aseguró que en las audiencias "nunca se mostró arrepentido de lo ocurrido". Finalmente, censuró la estrategia de los abogados defensores, al entender que habrían intentado aprovechar el testimonio del médico psiquiatra Julio Curotto "y querer achacarle a la víctima la responsabilidad de lo sucedido", considerando que era "absurdo plantear la hipótesis de un intento de suicidio".

AGRAVANTES

Como agravantes, la fiscal mencionó la ingesta alcohólica de Aguirre – la técnica de laboratorio, Hilda Maidana, ratificó que el análisis en sangre, realizado a una hora del accidente, reveló que tenía 1,56 g/lts., cuando el límite es de 0.5 g/lts.- y su desatención a las señales de tránsito en zona urbana. De esta manera, según lo indicado por el médico forense Manuel Mahler, Aguirre estaba en ese momento en el segundo


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