Las palabras sonaron como un bálsamo para los hombres de la investigación, porque por primera vez la noticia la tenía la propia familia cuando le avisaron que Agustina se había comunicado con ellos y se presumía que pedía ayuda para que la vayan a buscar. 

Inmediatamente el Subjefe de Policía de la provincia Com. Gral. Rosatelli, un oficial, el chofer y los padres comenzaron el camino mientras esperaban otra comunicación que los deje cara a cara con Agustina.

Las llamadas

Faltaban un poco menos de quince minutos para llegar a las 23 horas cuando comenzaron los llamados desde el celular de Agustina hacia el de su mamá en un total de tres. Los primeros fueron mensajes de voz inentendibles que pudieron ser descifrados que es lo que decía. Luego volvió a llamar al teléfono de su mama y no se llegó a atender porque el aparato estaba en la cartera y dejó un mensaje. Se volvió a llamar al teléfono de Agustina y se “sentía un ruido a viento, pero no atendió y se cortó” nos confirmaba la fuente.

En un segundo mensaje se sentían voces masculinas, pero no se entendía nada, se llama de nuevo, atendió pero volvió a cortar. Después de 10 segundos volvió a llamar por tercera vez y se comunico directamente con Griselda, su mamá que voz casi quebrada le preguntó “¿Dónde estás mamita?”, a lo que Agustina contestó en el Cristo e inmediatamente salió una comisión policial con los padres a buscarla.

Lo posterior su propia madre nos contó a los medios en la puerta de la Comisaría Nº 1 (ver nota aparte) que junto a su esposo y a su hija mayor recibieron a los periodistas dando un agradecimiento a todos por la ayuda entregada por parte de  toda la sociedad.

La conversación

“A la madre le dije que la hable, que la hable y de a poco nos acercamos” fueron las palabras de Rosatelli relatando el momento de las comunicaciones. La misma madre le explica a los medios que le dice a Agustina que iba en la “camioneta del tío” y ella la guió cuando le preguntó “¿la camioneta es gris? porque te pasaste” le dijo. Por eso le piden que salga a la ruta, cuestión que hizo y se encontraron con su familia y los efectivos policiales.

El lugar exacto son las quintas ubicadas frente al Tiro Federal, desde donde salió Agustina con los pies mojados, la ropa húmeda y se encontró con su familia. Final feliz para una pesadilla de casi 48 horas.