Un grupo minoritario e inorgánico de Comerciantes en varias ciudades entrerrianas irrumpió en las calles con banderas Argentinas y cacerolas, protestando contra el cierre del comercio en los próximos nueve días, que como se marco desde las instituciones en los hechos son muchos menos días reales de restricción. Atento a que muchos de los días fijados por el gobierno incluyen domingos y feriados donde muchos comercios no abren dado que la circulación es muy baja y el turismo concentra la actividad.

Ante esto las instituciones que nuclean al Comercio entendieron que el esfuerzo era menor, comparado con el potencial beneficio de logran una merma de contagios y muertes que esta creciendo exponencialmente en la provincia y el País, debido principalmente a dos factores un relajamiento de la cuidados preventivos y el ingreso de la cepa denominada «manaos», que tiene un alto poder de contagio y diseminación.

La gran mayoría de autoridades políticas (incluso de la oposición como es el caso de Rodriguez Larreta que intentó despegarse de la estrategia nacional y sufrió un crecimiento de casos en su jurisdicción que lo obligo a retrotraer las medidas), también figuras del espectáculo y la gran mayoría de la población han entendido que es necesario tomar medidas y hasta que la vacunación no se masifique el problema mundial de COVID-19 no esta resuelto.

Lamentablemente los escasos, ruidosos y autoritarios protestantes que ocuparon esquinas céntricas de varias ciudades como único argumento citaron la falta de vacunación (sectores que coincidente con los mismos que hace meses se proclamaban como antivacunas), y ninguno acepta que hoy la Argentina se ubica entre los 20 países con más habitantes vacunados por millón. Así lo indica los principales sitios especializados del mundos. Que indican que cerca de 760 millones de personas tienen al menos una dosis en el planeta. La campaña comenzó en diciembre y a mediados de mayo ya se han administrado más de 1.600 millones de dosis

El camino hacia la inmunidad global frente al coronavirus ya ha comenzado: el 8 de abril la vacunación frente al coronavirus superó el 5 % de la población con al menos una dosis, una inoculación que actualmente alcanza a casi 760 millones de personas. Además, el 22 de mayo se superaron los 1.600 millones de inyecciones administradas, según los datos recogidos por Our World in Data.

La vacunación alcanza más de 200 territorios y países de todo el planeta, entre ellos, España. Sin embargo, existe una gran diferencia entre continentes. 

En el caso de África, 50 territorios han comenzado la campaña de vacunación. En Asia son 48 las regiones que han comenzado a vacunar a su población, mientras que en América son 42, entre ellos grandes países como Estados Unidos, Canadá, México, Brasil, Chile, Perú, Argentina, Ecuador o Bolivia.

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La vacunación está especialmente extendida en Norteamérica, que a comienzos de mayo ya contaba con una de cada dos personas con al menos una dosis. Por su parte, el pasado 19 de mayo la Unión Europea ya contaba con uno de cada tres de sus ciudadanos con alguna inyección.

En países como España, la inoculación ya alcanza a más del 30 % de la población con al menos una dosis y vuelve a coger ritmo tras los retrasos y conflictos con las empresas farmacéuticas en la compra anticipada del mes de marzo. Hasta la fecha, la Comisión Europea ha dado luz verde únicamente a cuatro vacunas: la de Pfizer/BioNTech; la de Moderna; la bautizada como Janssen, de Johnson&Johnson; y la de AstraZeneca.

La inoculación de estas dos últimas quedó suspendida de manera preventiva -durante la tercera semana de marzo, en el caso de AstraZeneca, y durante la primera quincena de abril, en el de Janssen- para investigar la vinculación de ambos fármacos con casos de trombosis. No obstante, las dos vacunas han recibido el respaldo de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y AstraZeneca se sigue inoculando en personas de 60 a 69 años en España.