Recientemente, desde la Cámara Argentina de la Industria de Chacinados y Afines advirtieron sobre la problemática que enfrenta el sector ante la imposibilidad de acceder a insumos que no se fabrican en la Argentina.
El inconveniente es que no se pueden comprar en el exterior, por las restricciones que dispuso – semanas atrás – el Banco Central. Desde las grandes empresas advierten que podría escasear la producción de salames, salchichas y embutidos.
“Nosotros utilizamos insumos para la elaboración que son importados porque no se fabrican en la Argentina y son insustituibles: son más de 25”, señaló Martín de Gyldenfeldt, gerente de la entidad.
Enrique Passarello – empresario concordiense e integrante de una firma con más de 50 años de experiencia familiar en la elaboración de chacinados y embutidos – contó que «en los frigoríficos grandes, que tienen mucho volumen y que importan directo los insumos, sí van a tener esos problemas».
En cambio, «nosotros somos una empresa chica, hoy no llegamos a tener el stock que nos gustaría pero igualmente seguimos trabajando y no vamos a tener inconvenientes en conseguir materia prima”, afirmó.
En declaraciones radiales, el empresario precisó que – actualmente – la firma elabora más de 50 mil kilos mensuales de salame y chacinados.
Consultado acerca de qué es lo que podría escasear, indicó que «los aditivos para lo que es fiambre, es lo que cuesta más conseguir; desde una pimienta que viene de Brasil a un colágeno para el salame que viene de España».
«Se consigue pero no en cantidad; no obstante hay reemplazo o se lo puede hacer natural», acotó. Subrayando que «la tripa de salchicha, como la del salame vienen de Ucrania, pero tenemos vacuno también».
A su entender, «en una fábrica chica, como la nuestra, vamos a seguir trabajando normal”. Al mismo tiempo precisó que se les dificulta hacerse de maquinaria para la elaboración. “Nosotros queremos traer una máquina y directamente no se la está importando, hoy demora seis o siete meses una importación», aseveró.
Encima «lo que viene, viene carísimo y estamos sufriendo muy grande lo importado», se lamentó. En ese sentido, explicó que «desde fines de diciembre a hoy estamos pagando cuatro o cinco veces más”. En el caso de la principal materia prima en su empresa – que es el cerdo – “ha subido tres veces en el último mes y medio; eso se trasladó al consumidor”, puntualizó.
Por último – y consultado acerca de si la elaboración del salame es estacional- Passarello mencionó que «hoy se trabaja todo el año, tal vez hace 15 años el salame se hacía en el invierno únicamente».
En la actualidad, aunque «levanta más la venta en invierno, se hace todo el año”, remató.
Fuente: Nada que Perder – LT 15
