El rosarino llegó a Beijing con otros seis campeones del mundo. Hubo desesperación por verlo. El capitán argentino tuvo problemas con su pasaporte en el ingreso al país.

La ciudad china de Beijing enloqueció con la llegada de Lionel Messi. El rosarino arribó este sábado al país asiático para jugar la doble fecha FIFA con la Selección y lo hizo acompañado por otros seis campeones del mundo, pero fue él quien movilizó a una marea de fanáticos que coreaban su nombre en el aeropuerto, en el hotel y donde sea que se moviera.

“¡Meeeeessi! ¡Meeeeeessi!” coreaban los cientos de hinchas que lo esperaron, muchos con la camiseta N°10 de la Selección. Los tumultos se agolpaban en cada rincón con tal, aunque sea, de verlo pasar.

El amistoso ante Australia en el Workers Stadium de Pekín el próximo 15 de junio marcará el regreso del fútbol internacional a China, luego de tres años de estrictas restricciones por el Covid 19 que vaciaron los estadios y provocaron una cascada de cancelaciones de competencias deportivas. El partido será una especie de revancha de los octavos de final del Mundial, donde Argentina venció 2-1 a los Socceroos.

Luego, el 19 de junio, el combinado nacional enfrentarán a Indonesia en el estadio Bung Karno de Yakarta.