El nombre del gobernador Gustavo Bordet aparece como “blanco” en un informe de inteligencia secuestrado a Ariel Zanchetta, el ex policía federal y agente inorgánico que decía ser periodista.
Del análisis de movimientos y dispositivos electrónicos del ex policía Zanchetta se determinó que era un agente “inorgánico” de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que puso en la mira a muchos “objetivos”, a quienes les “investigó” distintos aspectos privados y laborales, como los sueldos que percibían, creencias religiosas, entorno familiar y hasta las personas con las que se relacionaban.
Un dictamen del fiscal Gerardo Pollicita estableció que del análisis parcial realizado sobre los equipos informáticos de Zanchetta se pudo identificar que tuvo una lista de “blancos” sobre los que hacía informes de inteligencia con un nivel de detalle y avance sobre la intimidad de los involucrados que impiden pensar que se tratara de un trabajo periodístico, como intentó justificarlo.
El fiscal enfatizó en la necesidad de investigar la posible existencia de una organización criminal que, de manera coordinada y sostenida en el tiempo, habría llevado a cabo una serie de acciones con el objetivo de vulnerar las comunicaciones telefónicas y electrónicas de diversos magistrados y funcionarios del Poder Judicial. Esto incluiría la obtención de datos personales para suplantar identidades, el control de líneas telefónicas y el acceso a aplicaciones de mensajería.
En el dictamen también se destaca que Ariel Zanchetta habría recopilado información personal de miles de personas, incluyendo políticos, magistrados, funcionarios públicos, periodistas, empresarios, dirigentes sociales, deportivos y sindicales, entre otros, y que esa información se habría sistematizado y analizado en informes de inteligencia.
En los informes de Zanchetta aparecen datos sobre “opiniones políticas, creencias religiosas, acciones privadas, relaciones íntimas, fotografías, orientaciones sexuales, vínculos familiares y de amistad, situación patrimonial en el país y en el exterior, participación en sociedades y en distintas actividades, presunta participación en hechos delictivos o en causas penales”, según consignó el fiscal.
Los blancos “políticos” identificados en el dictamen incluyen, por ejemplo, al presidente Alberto Fernández, y los candidatos presidenciales Sergio Massa, Javier Milei y otros postulantes que quedaron en el camino, como Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.
También aparece como “objetivo” el gobernador Gustavo Bordet y sus pares Axel Kicillof, Gerardo Morales, Rodolfo Suárez, Gerardo Zamora, José Alperovich, Jorge Capitanich, Omar Perotti y Gustavo Valdés; y los ex mandatarios Antonio Bonfatti y Juan Manuel Urtubey.
En su dictamen, el fiscal Pollicita señaló que la red de espionaje ilegal también tuvo como objetivos a funcionarios públicos, jueces, dirigentes de distintos partidos políticos y personas de exposición pública, como periodistas, artistas, dirigentes sociales, gremiales y deportivos, entre otros.
Zanchetta se encuentra detenido desde junio. Está acusado de espionaje ilegal. Cayó preso luego de tres denuncias vinculadas con hackeos a integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y al ex ministro de Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro.
Los caminos de la investigación nacieron en la provincia de Misiones, donde le clonaron la línea de celular al presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti. Ezequiel Núñez Pinheiro está procesado por el delito de espionaje pues, desde su local de celulares, se orquestó el hackeo del Telegram de D’Alessandro y de Silvio Robles, secretario de Rosatti. Eso derivó en la causa por el viaje que realizaron jueces, funcionarios porteños y empresarios de medios a la estancia de Joe Lewis en Lago Escondido.