Tiene 15 años y dentro de la escuela encontró una billetera con importante suma de dinero y sin dudarlo se la entregó a su preceptora. Cuando le consultaron qué quería de recompensa solo pidió un alfajor.
«Venía bajando la escalera y encontré la billetera y fui a buscar a la preceptora y se la di. Me dijeron que tenía mucho dinero, era de un chico de quinto año, quien me agradeció. Cuando llegué a mi casa le conté a mis padres y me felicitaron», contó Emanuel Schneider, alumno de la Escuela América Barboza de Gualeguaychú. Cuando le consultaron qué quería que le regalaran, les pidió un alfajor.
La preceptora, por su parte dijo que «Emanuel, vino y nos entregó una billetera, sin abrirla. Nos fijamos y tenía un documento a nombre de un alumno de quinto año, a quien buscamos y nos contó que el dinero era para pagar diferentes cuentas».
Indicó a Radio Máxima que luego todos sus compañeros le dieron un fuerte aplauso, mientras que la directora en la formación hizo referencia a la actitud de Emanuel frente a todo el alumnado.
Una Toyota Hylux circulaba a una velocidad importante por avenida Chajarí, en sentido sur-norte, cuando al llegar a su intersección con calle Néstor Garat se le atravesó un niño de tres años, aproximadamente, que estaba jugando en la vereda de su casa. El conductor no tuvo otra alternativa que chocar con una columna de alumbrado para así evitar embestir al pequeño.
El grave accidente ocurrió pasadas las 16 horas, el conductor de la flamante camioneta, que quedó destruida sería de apellido Aguilar, quien seria productor agropecuario y se encontraba en estado de shock, con un corte en el arco superciliar derecho, segundos después del impacto.
Al parecer, según el relato de fuentes policiales, el productor iba a una velocidad importante por la avenida, se dirigía a su domicilio en las inmediaciones, cuando de repente vio que desde la vereda bajaba hacia la calle un pequeño niño, de tres años, aproximadamente.
Ante ese cuadro, no tuvo otra alternativa que dar un volantazo hacia el sentido contrario, impactando de lleno contra la base de una columna de alumbrado público. Con esta maniobra logró salvar la vida al niño, pero su camioneta terminó totalmente destrozada con partes del motor esparcidas por toda la calle. Milagrosamente, el chiquito resultó ileso y solo recibió el reto de sus padres; el conductor de la Toyota Hilux, luego de realizar los trámites de la pericia se fue hasta su domicilio.